lunes, 25 de enero de 2010

Momento de tensión

Allí estabamos los dos apuntándonos con una pistola por aquel juguete de nuestra infancia, como siempre habiamos acabado iual, mi hermano y yo, peleando para ver quíen se merecia más aquel objeto tan preciado, pero esta vez habíamos sobrepasado el límite de la decensia. Me temblaba todo el cuerpo, no sabía qué hacer, si disparaba él también lo haría. Mi hermano estaba completamente quieto, no me lo podía creer, sorprendentemente no estaba asustado, eso me hacía ponerme mas nervioso. Después de cinco minutos escuché un ruido, creí que mi hermano había disparado, instantáneamente yo disparé, no me lo podía creer cuando me di cuenta de que de que el estaba bajando la pistola, él no disparó, de repente fue como si el tiempo disminuyera su velocidad, podía ver perfectamente cómo la bala seguía la trayectoria hacia su objetivo, mi hermano, me sentía pesado, no podia mover ni un solo músculo, empecé a ritar desesperadamente. Cuando me pude dar cuenta, él estaba allí, torado en el suelo, con una bala incrustada en la cabeza...